Acercar el arte a los chicos y romper el mito de que los museos son lugares serios y aburridos” son los objetivos que se propusieron los organizadores del Museo Nacional de Bellas Artes (Avenida del Libertador 1473), que hoy a las 16 realizarán una actividad recreativa y educativa especial, en el marco del 117º aniversario de esa institución. Se trata de un encuentro en el que los chicos y sus familias podrán participar de una recorrida entretenida y lúdica por las principales salas del lugar con la compañía de tres personajes muy particulares y divertidos. “Nos interesa desarmar esa construcción formal del museo como una cosa seria. También es un lugar en el que los chicos se pueden acercar al arte desde distintos lugares”, cuenta a Página/12 la actriz y narradora Roxana Pruzan, que participará de la iniciativa, ofreciendo un costado más clownesco. “Les proponemos un viaje por los distintos escenarios que muestran las obras de arte. La idea es que ellos viajen por esos lugares y descubran los paisajes”, explica la actriz. La actividad será con entrada gratuita.
Entonces,
no todo en el museo es silencio y solemnidad “de grandes”:
también hay espacio para los pibes. En esta oportunidad, para viajar
por las diferentes épocas y corrientes artísticas del país y del
mundo a través de las pinturas, los grabados y las esculturas, que
se conocerán de la mano de una cocinera disparatada (Roxana Pruzan),
un historiador curioso (Pablo Hofman) y una cuidadora de cuadros
(Gisella Witter). Durante la actividad, los tres personajes
comentarán datos históricos y pictóricos, habrá narraciones
literarias y se develarán algunas curiosidades acerca del museo, que
contiene el mayor patrimonio artístico del país y es uno de los más
importantes en cantidad y calidad de obras de América latina. Las
recorridas lúdicas que se realizan con motivo del aniversario se
repetirán los domingos 9 y 16 de diciembre, en el mes del cumpleaños
de la institución.
“Realizaremos
un paseo por los lugares más significativos del museo con respecto a
la historia. La visita comenzará en la Sala de Arte Argentino y
luego conoceremos dos espacios más”, adelanta Pruzan. “El
historiador nos va a contar sobre los inicios del museo, la
conservadora va a enseñar cómo se cuidan las obras y a la cocinera
la llamaron para que prepare una torta por el aniversario. Pero es
una torta diferente: no es comestible, está hecha de lápices y
pinturas”, cuenta la narradora, quien además interviene con un
cuento inspirado en el cuadro Sin pan y sin trabajo (1894), de
Ernesto de la Cárcova, y otro llamado Lucas y una torta de tortuga,
de Silvia Schujer. “La idea es que los chicos se acerquen, visiten
el museo y pierdan el miedo. Y que a través de los juegos y los
cuentos puedan conocer e incorporar la colección del museo”,
concluye otra de las organizadoras de la actividad, Gisella Witten.
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