Los
chicos participan en una de las actividades del Palais de Glace,
conducida por Florencia Álvarez Guardo. Foto: LA
NACION / Ignacio Coló
Visitar
un museo puede ser en el verano una opción también para los más
pequeños que bien puede integrarse con el club, el teatro, la
PlayStation, el cine 3D o la colonia. Cada vez más los museos
incluyen programas dirigidos a niños de entre 5 y 12 años que
buscan acercarlos al arte a través del juego, la imaginación y la
plástica.
Por
estos días, en cinco de los nuemerosos museos, espacios de arte o
instituciones que planearon actividades para los niños, se puede
conocer la cultura mexicana de musculosos gladiadores y
reconstruirlos en marionetas; reconocer en una sala elementos que
inspiraron creaciones de la ilustradora de Harry
Potter ;
aventurar, con la ayuda de una "máquina de pensar",
historias vividas por damas retratadas por los mejores pintores o
crear piezas artísticas con material de reciclaje.
"Esto
es muy interesante porque un día de calor los chicos pueden estar en
una sala refrigerada haciendo algo que los divierte y educa",
dijo el odontólogo Ricardo Pome, en los pasillos del Palais de
Glace, donde días pasados acompañó a su hija Verónica y sus dos
nietos, los mellizos de 5 años, Camilo y Chavela Buitrago.
Programar
una salida a un museo en pleno verano requiere "valor",
según Alejandra Guidardini, que también llevó a sus hijos Tomás,
de 8 años, y Luz, de 6, al Palais de Glace. "Me tuve que animar
a venir desde Olivos con este calor, pero vale la pena. Es una buena
alternativa para que los chicos salgan de lo tradicional", dijo
Alejandra. "Esto los ayuda a aprender, a crear, los entretiene y
los saca un poco de la tele y la computadora", agregó Rosa
Gasparini, mamá de Alejandra.
"Buscamos
introducirlos en la historia de este edificio y en la muestra que
ahora se está exhibiendo sobre lucha libre", dijo a LA NACION
Florencia Álvarez Guardo, una de las encargadas del área de
Educación del Palais de Glace, minutos antes de comenzar la visita
que se hace gratis allí todos los martes y jueves, a las 16.
"Algunos
parecen monstruos", dijo uno de los visitanes de apenas cinco
años, al describir los retratos de espectadores de un show de lucha
libre que se aborda desde lo estético.
La
ventaja de las vacaciones es que "la gente viene un día de
semana con el mismo espíritu que tiene durante los fines de semana
en otras épocas del año", dijo Pablo Hoffman, el "inventor"
que hace funcionar su "máquina de pensar" frente a los
cuadros del Museo de Bellas Artes (MNBA). Allí, las propuestas para
chicos se hacen también gratis los martes y sábados, a las 16.
En
"Una pista para cada artista. Un retrato a cada rato",
Hoffman invita a los niños a detenerse frente a nueve de los
retratos de mujeres que se exhiben en ese museo y que van desde el
tiempo del barroco hasta el siglo XIX.
El
"inventor" ayuda a los visitantes a que arriesguen hechos,
argumentos o problemáticas que podrían suceder en torno de la
imagen que tienen frente a sus ojos y tejan así diferentes
historias. "Son propuestas para un primer acercamiento al arte;
para participar no es necesario tener conocimientos previos ni saber
sobre pintura. Se trata de jugar y conocer el museo y los cuadros",
dijo Hoffman. En otro ciclo se invita a descubrir mascotas en las
salas del MNBA y luego dibujar una o "viajar con la
imaginación", a partir de la narración de cuentos relatados
frente a las obras de arte.
La
exposición "Fantasía y realidad en el Museo" con las
ilustraciones de la argentina Dolores Avendaño, para Harry
Potter y
otros cuentos, es la apuesta del Museo de Arte Decorativo que, luego
de un breve receso, reabrirá pasado mañana.
Además
de la muestra con las creaciones que hizo Avendaño para cuentos y
novelas, y que se exhiben en el subsuelo del Decorativo, se propone a
niños y adultos conocer o redescubrir esa elegante mansión.
Inspirada en algunas de sus salas, Avendaño hizo seis ilustraciones
que se proyectan en diferentes espacios de esa residencia. Al
visitante se le propone reconocer los elementos que inspiraron a la
artista. "Es la primera vez que dedicamos el verano por entero a
los chicos", dijo Elida Masson, del área de difusión cultural
de ese museo que también ofrece talleres pagos de dibujo.
Para
quienes disfrutan del Delta, el Museo de Arte Tigre (MAT) ofrece
talleres infantiles que buscan acrecentar la conciencia sobre el
cuidado del medio ambiente. La actividad, basada en el concepto de
"creatividad sustentable", propone a los niños de 5 a 12
años crear obras con elementos de reciclaje, pintura y arcilla. Los
talleres se realizarán de miércoles a domingos, a las 16, en forma
gratuita, pero con cupos limitados por lo que se pide que se haga una
reserva personalmente a las 15.30.
El
programa "Vacaciones en el Malba", del Museo de arte
latinoamericano de Buenos Aires, incluye actividades para niños y
adolescentes y se extenderá hasta el 14 de febrero. Para niños de 5
a 11 años, con una entrada de $ 15, se sugieren dos visitas seguidas
de un taller donde cada niño construye una obra. Una para conocer y
descubrir imágenes escondidas y sumergidas bajo agua en las obras
del artista colombiano Oscar Muñoz en su exposición "Protografías".
La otra, "Figuras con historias", desafía a reconocer
figuras reales y fantásticas en algunas de las obras más
emblemáticas de la colección permanente del Malba, que incluye
piezas de Tarsila Do Amaral, Jorge de la Vega, Emilio Pettoruti y
Diego Rivera.
El
abuelo Ricardo Pome destacó además otra de las ventajas de la
propuesta cultural: "Es interesante también que sea gratuito.
La vez pasada los chicos me pidieron que los llevara a ver una
película 3D y gasté $ 150"..
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